miércoles, 4 de agosto de 2010

¿Quiere Saber la Verdad?

Llevo un dia entero con la idea dando vueltas en mi cabeza... ¿sobre que escribo?

No voy a mentir, politica fue una de las primeras. Talvez por que me interesa mucho, pero si le agregamos el contexto (Honduras), da asco, deprime e infunde una gran ira. Ademas, ultimanente ya ni se que creer. Veo la punta del ice berg y se que lo que existe debajo no son pinguinos ni osos polares. ¿De que sirve especular, juzgar o vaticinar? Jamas entraré en la mente de los politicos, talvez nunca explore esa otra parte del ice berg, y probablemente sea lo mejor.

Luego pensé, ¿que tal sobre educación? Eso es lo que hago, es lo que conozco y me estoy enamorando de hacerlo, pero no tanto como para dejar mi carrera. Queria hablar sobre las cosas que un alumno decente espera de su maestro (a), lo que define a un buen educador. Lo primero, pensarán algunos, es el conocimiento. ¡Error Fatal! Conozco maestros que no se merecen estar tras una catedra y que conocen muchísimo.

Lo mas importante, hablando con sinceridad, es el interes por que su alumno aprenda; valorar el conocimiento; vivir la pasión por lo que hace y lo que enseña; y por ultimo: respetar y estimar las mentes que han sido puestas a su disposicion, a su cuidado.

Alguien que hace lo contrario ganará de inmediato la descepción y desestima de cualquiera que se interesa por aprender y no por pasar una clase. Pero ya es suficiente con eso; no quiero poner en riesgo mi nota final.

También se me ocurrió postear algun poema o reflexión que haya hecho. Ups! no ando mi libreta conmigo y si no termino en este momento, no lo haré nunca.

Asi que, eso me deja con la ultima opción, que debió haber sido la primera. En mis datos personales dije que amo la verdad. Pero... ¿que carajos es la verdad? Curioso que en periodismo/comunicación se mencione mucho esta palabra, y paradójicamente sean los medios un instrumento muchas veces usado para lo contrario. Es el principio básico del cuarto poder. El mal tratando de corromper el bien, etc.

Hace ya 19 años y seis meses exactos, que llegue a este mundo. Mi verdad ha cambiado tanto como mi apariencia desde ese dia. Un cambio por aqui, otro por allá, pero la esencia sigue igual. Mis verdades, o lo que considero cierto o incierto, lo que existe y lo que no, fluctuaron conforme iba descubriendo el mundo y su orden (o desorden).

Pero existe esa esencia, esa base que no cambió ni se opacó ya sea que creyese o no en ella. Podria el mundo entero negarlo y serian siendo testigos permanentes de la verdad ineludible que es Cristo. Esa verdad me acompaña donde vaya. Vive en mi porque asi lo deseo, y porque sin El quedo abandonada a la ensalada de mentiras en que vivimos.

Dirá usted, "pero yo conozco muchas verdades y no tienen que ver con la que usted menciona". Bueno, todo lo que usted conoce y lo que no conoce, existe gracias a la mano poderosa y maravillosa del creador divino.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida"... y me tiemblan las manos al imaginarle diciendo esto. Nada que este fuera de esto tiene sentido. Nada de lo que yo, como ser humano haga puede importar si no esta conmigo. Puedo ser amiga de Obama, de Mandela o de Gaga, y si no estoy con el, si no le conozco sigo estando sola. Sigo siendo efímera y debil. Mi voz tiene voz cuando la suya habla por mi, y mi corazon tiene vida cuando el suyo me habla.

Voy a tener infinidad de preguntas, y una cantidad minima de respuestas. Conoceré mas mentiras que verdades, pero si conozco la verdad de Cristo, todo lo demás es mera vanidad y polvo sobre polvo.